Su fama es casi tan antigua como la humanidad misma, ya desde la Grecia clásica la mandrágora era ampliamente utilizada y se le conocía con el nombre de planta de Circe, en honor a la famosa diosa y hechicera del mismo nombre a quien Homero inmortalizara en su famosa Odisea. Según la tradición oral, esta planta era vista como símbolo de prosperidad y buena fortuna. Hipócrates describió sus raíces y Dioscórides la incorporá a su libro más famoso, De Materia Medica.